Una mañana en la Riberuca
Aquí en el norte el sol se ha ido para no volver, al menos en unos cuantos días. Parece mentira que hace tan solo unas semanas estuviéramos tomando el sol en playa y ahora vayamos con gorro y paraguas por la calle, como si esos días de verano fueran ya una lejana visión. Pero para todos aquellos que ya no recuerdan como luce un día de sol os traigo una sesión de fotos familiar que hicimos en la temporada estival.
Es muy difícil encontrar una playa vacía de gente en pleno agosto para hacer una sesión de fotos, así que en esos casos lo mejor es hacerlas pronto por la mañana, antes de que la gente extienda sus toallas y sombrillas, porque incluso yendo a última hora de la tarde queda algún rezagado absorbiendo el último rayo de sol. Y pensé que sería imposible pero conseguimos quedarnos para nosotros solos un pequeño rinconcito de Suances, la playa de la Riberuca, que para mí siempre ha tenido un encanto especial.
Me encanta este retrato con papá.
Una vez que le mostramos el agua ya nos fue difícil hacerle cambiar de idea. Él lo único que quería era jugar en la orilla y mojarse los piesitos.
Sonrisa radiante de mamá. 😃
Pobre Teddy. No le hace ni caso 😴
Cada vez que pienso que estas fotografías pasarán a formar parte del recuerdo de esta bonita familia me siento orgullosa de poder ser yo quien cuente este pequeño fragmento de su historia, para que dentro de muchos años puedan ojearlas y rememorar aquel día, con su pequeño Izan en brazos. Habrá cambiado tanto... 😊
Jugando a coger las ramitas.
Y esto ha sido todo por hoy. Que paséis buen día. 😉